William Clarke parecía, allá por los primeros 90 del siglo pasado, destinado a ser el heredero de la tradición armonicista electrificada del blues de Chicago. Siguiendo las enseñanzas de George 'Harmonica' Smith le pegaba tanto a la diatónica como a la cromática y desarrolló un estilo propio que, partiendo de la influencia de Smith lo lleva por nuevos caminos.
Desgraciadamente, la carretera se cobró, una vez más, su particular peaje y, a finales de 1996 a los 45 años de edad, desaparecía este fenómeno.
Desgraciadamente, la carretera se cobró, una vez más, su particular peaje y, a finales de 1996 a los 45 años de edad, desaparecía este fenómeno.
Blowin' Like Hell vio la luz en 1990 y es el primero de los cuatro discos que realizó para el sello Alligator. El disco contiene 11 temas en los que Clarke se entrega a fondo (haciendo honor al título del trabajo). El álbum destaca, para mí, por una crudeza que, en posteriores trabajos de Clarke, se verá suavizada por una vena más jazzistica.
Del disco destacaría el primer tema, "Lolipop Mama" y el tercero "Greasy Gravy".
